Historia

“...El convento de agustinos calzados que se halla en estado ruinoso, dista cuatro leguas de la ciudad, tiene un capellán que se sustenta con las rentas y limosnas para el servicio de su iglesia, en la que se venera como patrona la imagen de Ntra. Sra. de las Virtudes...”. (1)

 

«...Santuario rural situado al Oeste de la ciudad. Hace cinco siglos estaba aislado de la ciudad por las aguas de La Laguna, por lo que se construyó una vía de acceso sobre troncos, la llamada Calzada de la Virgen. La laguna sería desecada en el año 1803, pudiendo mejorar dicho camino. Dista unos siete kilómetros de Villena.

 

Hacia el año 1474, los vecinos de Villena padecían una virulenta peste; considerando que estaban infectadas las paredes de las casas y la villa determinaron irse al campo y fueron todos a la Fuente del Chopo, donde hicieron barracas y cabañas. Como la epidemia no cesaba decidieron encomendarse a la protección Divina y elegir por insaculación un Patrón/a que les asistiera. Para ello colocaron en un cántaro gran número de cédulas con nombres de Cristo y de la Virgen, procediendo un niño sacar una de ellas. Por tres veces salió el nombre de María Santísima de las Virtudes, nombre que -por otra parte- no habían introducido en la vasija, por lo que consideraron este hecho como un designio divino.

 

En Villena se desconocía dicha advocación e inmediatamente acordaron averiguar si con ella recibía culto en alguna parte y procurarse una imagen de la Virgen con aquel título, por lo que decidieron mandar unos comisionados en su búsqueda. Antes de perder de vista la Fuente del Chopo, los enviados se encontraron con dos jóvenes peregrinos que llevaban una caja y, preguntados, les dijeron que llevaban una Imagen de la Virgen de las Virtudes que deseaban vender; manifestado, a su vez, por los comisionados el objeto de su viaje, decidieron todos llevarla a la Fuente del Chopo y allí, mientras destapaban la Sagrada Imagen, se dieron cuenta que los dos mancebos habían desaparecido, por lo que los consideraron enviados del Cielo. A la vista de esta imagen, al punto cesó la peste y todos los enfermos quedaron repentinamente sanos y se volvieron a sus casas y “...los de Villena la aclamaron por su Patrona y Abogada de la Peste y se obligaron a construir una ermita y cumplir dos votos perpetuos...”, el primero por el 25 de marzo, festividad de la Anunciación, y el segundo el 8 de septiembre, festividad de la Natividad de la Virgen.

 

Para julio de 1490, ya existe constancia de que la ermita estaba edificada y la Virgen quedó allí al cuidado de un ermitaño. Pero, más tarde, vieron los de Villena que su patrona debía estar mejor cuidada por lo que determinaron se hiciese un convento, eligiendo para ello a la Orden de San Agustín que el 20 de diciembre de 1526 fundaron y levantaron un convento, que regentaron hasta su exclaustración, en 1836, por la Desamortización de Mendizábal.

 

Se trata de un conjunto de edificaciones que acogen el antiguo Convento, el Claustro y la Iglesia. Unas gradas suben al claustro, al que se accede a través de una portada de estilo renacentista labrada en piedra. El claustro es rectangular, de dos pisos, tiene el patio enlosado con ladrillos macizos y, en su centro, un aljibe de doble brocal; las galerías tienen el suelo de losas de piedra y techo de vigas vistas y bovedillas arqueadas. Varios retablos cerámicos e inscripciones reciben al visitante. En uno de los retablos figura la historia de la Virgen y del Santuario y, junto a la puerta de acceso al templo, una lápida intimida así: “...Nadie pase este portal/ sin qve jvre por sv vida,/ qve María fve concebida/ sin pecado original./ 25 Marzo 1624...”.

 

La iglesia al parecer, fue edificada sobre la cripta de otra más antigua. Obra de mampostería se cubre a dos y tres aguas con teja árabe; sobre el camarín se eleva un cimborrio ciego octogonal y cúpula con teja vidriada en azul. Un airoso y característico campanario sobresale sobre el conjunto.

 

La planta, orientada al Oeste, es de tres naves separadas por pilares cruciformes, sobre los que se apoyan arcos fajones y formeros ojivales; a los pies tiene un recinto para baptisterio, sobre él un coro cubierto con bóveda de crucería, y a la derecha un cuarto con imágenes y ex-votos; los tres tramos siguientes se cubren con bóvedas de crucería, cada una distinta; uno de los claves, lleva en su tondo la fecha de 1581. Las naves laterales son estrechas; las enjutas de los arcos formeros, bajo los que se accede a ellas, se adornan con tondos que relatan la historia de la Virgen y la construcción del convento. En la nave derecha se abre la puerta de entrada a la iglesia, a continuación en la pared, se encuentra un fragmento de las pinturas que ornamentaban el templo en el siglo XV, que representa a los santos médicos San Cosme y San Damián, más adelante la imagen de El Cristo de la Paz y después el acceso al campanario. La nave izquierda es pareja a la anterior, pero el muro externo tiene en sustitución de las antiguas hornacinas siete ventanas con vidrieras adornadas con símbolos alusivos a la Virgen. El presbiterio se eleva tres escalones y lo rodea un zócalo de azulejos; tiene retablo de estilo barroco con hueco que enmarca la imagen de Nuestra Señora de las Virtudes comunicando con el camarín de la misma, verdadera joya barroca. Muy buena conservación, de lo que se encarga la Junta de la Virgen.

 

La fiesta de la Virgen de las Virtudes se celebra el día 8 de septiembre. Hasta 1866, se iba en romería hasta el Santuario, cumpliendo el voto que realizaron a la Virgen tras la peste de 1474, pero en ese año, por primera vez, se llevó la Virgen a la ciudad, desde entonces, cada 5 de septiembre, la Virgen, es trasladada desde el Santuario a la ciudad de Villena realizando una parada en la Ermita de San Bartolomé donde la Virgen es festejada con cantos y danzas del lugar. Cuando el día muere la Virgen continúa su camino y llega a Villena donde es recibida clamorosamente. Terminadas las Fiestas, el día 9 de Septiembre, la Santa Imagen es trasladada nuevamente al Santuario...».